El conocimiento de cómo los cambios de actividad o niveles de ocupación afectan la causación de costos es básico para evaluar los rendimientos y la misma generación de la utilidad. En la operación hotelera, disponer de esta información facilita la metodología para la aplicación del control operacional y para verificar rápidamente las variaciones con respecto al presupuesto. El planteamiento teórico y conceptual de cómo los costos se comportan con respecto a las ventas se plantea en la misma definición de costos fijos, variables y semi-variables.
Costos fijos
Son aquellos que permanecen constantes o que no responden a cambios por volúmenes de ventas. No representan grado de asociación o correlación con respecto a las ventas y esta no los condiciona, varían por circunstancias exógenas, tales como la inflación, decisiones discrecionales de la gerencia y al potencial de producción y servicio. El término “fijo” se refiere a que su comportamiento no está afectado por variaciones de las ventas, pero sí varía por decisiones que se asocian con el potencial de producción y con las garantías que se definan para cubrir el servicio (capacity fixed cost). Dentro del concepto de costo fijo, el que más incide en la operación hotelera es la nómina, que representa del 55 al 60 % de estos.